Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 150 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
275 gr. de harina de trigo
Media cucharadita de sal
160 gr. de mantequilla
5 huevos
Fresas
Medio litro de leche
Cáscara de un limón
120 gr. de azúcar
50 gr. de maicena
Una vaina de vainilla
Gelatina neutra
Para hacer una riquísima tartaleta de crema pastelera, lo primero que debemos hacer es la masa quebrada. Para ello tamizamos la harina en un bol y le añadimos la mantequilla a temperatura ambiente, la sal y un huevo. Mezclamos todo bien y amasamos con las manos hasta conseguir una masa homogénea.
Envolvemos la masa en film y la dejamos reposar una hora en el frigorífico. Después, la estiramos con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada y la cortamos para cubrir la superficie del molde. Antes de meterla al horno la pinchamos con un tenedor y la ponemos un peso encima, para que no suba.
Metemos el molde en el horno, precalentado a 180º C, con calor por arriba y por abajo, hasta que la masa esté dorada. Mientras tanto, lavamos las fresas, las retiramos el rabito y las secamos con papel de cocina. Después, las cortamos y reservamos.
Pasamos a hacer la crema pastelera. Para ello ponemos en una cacerola la leche a hervir, reservando un vaso, y le añadimos las cáscaras de limón y la vainilla. Lo ponemos a fuego medio, removemos y cuando rompa a hervir retiramos del fuego y reservamos tapando la cacerola con una tapa.
Aparte, en un bol echamos las yemas de 4 huevos, la maicena y el azúcar. Batimos bien hasta que la mezcla sea homogénea. A continuación añadimos el vaso de leche que teníamos reservado y volvemos a remover.
Colamos la leche que teníamos apartada del fuego y la añadimos al bol donde está la mezcla de maicena, azúcar y huevos. Removemos hasta conseguir una crema homogénea y la ponemos a fuego medio para que espese. Cuando veamos que tiene el espesor adecuado la retiramos del fuego y la dejamos enfriar tapada con un film.
Cuando esté fría la vertemos sobre las tartaletas y ponemos las fresas cortadas por encima. Entonces preparamos un poco de gelatina neutra poniendo las láminas de gelatina en un recipiente con agua fría. Cuando estén bien empapadas las sacamos, las escurrimos, y las ponemos a fuego medio hasta que cojan la textura perfecta.
Después, añadimos la gelatina sobre las fresas ayudándonos de una cuchara. Lo dejamos enfriar en el frigorífico y sacamos a la mesa. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
