Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 50 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Categoría: Postres
280 gr. de harina
3 cucharaditas de levadura
275 gr. de mantequilla
1 cucharadita de bicarbonato
300 gr. de azúcar
1 limón
2 cucharadas de colorante rojo
275 ml. de buttermilk
20 gr. de cacao en polvo
10 gr. de azúcar avainillado
2 huevos
400 gr. de queso crema
450 gr. de azúcar glas
Para disfrutar de una rica tarta velvet tradicional lo primero que debemos hacer es mezclar en un bol la harina, el azúcar avainillado, el cacao, el bicarbonato y la levadura. Removemos bien.
En otro recipiente echamos el buttermilk, con el zumo de limón. Posteriormente vamos añadiendo los huevos batidos de uno a uno, batiendo sin parar, y el colorante rojo. Removemos bien hasta que el color quede uniforme.
Aparte, mezclamos 125 gr. de mantequilla y el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea y cremosa. Después añadimos la harina y el buttermilk que hemos teñido anteriormente. Vamos batiendo hasta obtener una mezcla homogénea.
Ponemos a precalentar el horno a 175º C., con calor por arriba y por abajo. Echamos la masa en tres moldes y horneamos durante unos 30 minutos. Transcurrido este tiempo sacamos los moldes y los dejamos enfriar. Después, envolvemos los bizcochos en film y los metemos en el frigorífico para que terminen de tomar cuerpo.
Mientras tanto hacemos la crema de relleno. Para ello echamos en el vaso de la batidora el queso crema, el azúcar glas y el resto de mantequilla. Lo batimos bien.
Sacamos los bizcochos del frigorífico y los colocamos formando una torre, nivelándolos con un cuchillo. Para unirlos utilizamos la crema que hemos preparado, terminando con una capa de crema. En la parte superior podemos utilizar el bizcocho desmigado que nos ha quedado de sobrante cuando hemos nivelado los bizcochos con el cuchillo. Y la tarta está lista para consumir. ¡Deliciosa!
Introducción de la receta
La tarta velvet tradicional está deliciosa. Este pastel se toma en todo el mundo y gusta a niños y a mayores. Una tarta que disfrutas incluso cuando la estás haciendo. Queda muy tierna, esponjosa y jugosa, y con su sabor inconfundible es el pastel perfecto para cualquier cumpleaños o celebración.