Porciones / número de personas: 8 a 10 porciones
Tiempo de Preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 50 minutos
Categoría: Postres
500 gr de queso mascarpone o queso crema (2 tazas)
4 huevos tamaño L
250 gr de yogur natural (1 taza)
150 gr de azúcar (2/3 taza)
1 cucharadita de esencia de vainilla
30 gr de maicena
Zumo de 1 limón
Molde de 20 cm
¿Quién puede resistirse a una tarta de queso y yogur al horno? Este postre es el aliado perfecto para esos días en los que quieres darte un capricho sin complicarte la vida. Cremosa y ligera. No importa si tienes cero experiencia en la cocina, porque esta receta es tan fácil que parece magia. Prepárala para sorprender o simplemente para disfrutar tú solito en el sofá.
Forra un molde de 20 cm con papel de horno humedecido. Este truco ayuda a que el papel se adapte mejor a las paredes del molde.
En un bol grande, coloca el queso mascarpone, los huevos, el yogur, el azúcar, la esencia de vainilla, la maicena y el zumo de limón. Usa una batidora de brazo para mezclar hasta obtener una masa homogénea, sin grumos.
Una vez lista, vierte la mezcla en el molde preparado, asegurándote de que quede bien nivelada.
Precalienta el horno a 210 ºC (410 ºF). Introduce la tarta y hornea durante 50 minutos.
Cuando veas que la superficie de la tarta está dorada, cúbrela con papel de aluminio para evitar que se queme. Continúa horneando hasta completar el tiempo.
Una vez terminado el horneado, apaga el horno y deja enfriar la tarta con la puerta entreabierta para evitar que se hunda.
Cuando la tarta esté a temperatura ambiente, pásala a la nevera. Déjala enfriar durante al menos 6 horas o, preferiblemente, hasta el día siguiente.
Antes de servir, saca la tarta de la nevera y déjala reposar unos minutos a temperatura ambiente. Esto realza su textura cremosa y su sabor.
Puedes añadirle una mermelada de frutas, como frambuesa o arándanos, para darle un toque fresco y colorido. La verdad es que con mermelada está mucho más rica.