Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 260 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
150 gr. de galletas María
1 cucharada de cacao en polvo
80 gr. de mantequilla
400 ml. de nata líquida
240 ml. de zumo de limón
200 gr. de queso de untar
180 gr. de azúcar
6 hojas y media de gelatina
Ralladura de un limón
6 gotas de colorante amarillo
Para hacer una riquísima tarta de mousse de limón lo primero que debemos hacer es triturar las galletas hasta convertirlas en polvo. Puede hacerse con un robot de cocina o metiéndolas en una bolsa de bocadillo y triturándolas con un rodillo de cocina.
A continuación derretimos la mantequilla metiéndola unos segundos en el microondas, la mezclamos con el cacao en polvo y lo mezclamos con el polvo de galletas hasta formar una pasta, que pondremos en la parte inferior de un molde de tartas desmontable, previamente engrasado con mantequilla. Presionamos bien con los dedos y metemos en el frigorífico, mientras seguimos preparando la tarta.
Para hacer la mousse, metemos 5 hojas de gelatina en agua fría y reservamos. Aparte, montamos la nata con 60 gr. de azúcar y reservamos también.
Echamos el queso en un recipiente y batimos con varillas, de forma manual. A continuación calentamos un poco 140 ml. de zumo de limón con otros 60 gr. de azúcar, añadimos la gelatina y mezclamos bien. Dejamos enfriar un poco y después incorporamos esta mezcla al queso batido. Posteriormente añadimos la nata montada que tenemos reservada muy poco a poco, y mezclamos con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla que hemos conseguido sobre la base de galletas e introducimos en el frigorífico durante 180 minutos.
Para hacer la cobertura de la tarta, lo primero que debemos hacer es meter una hoja y media de gelatina en agua fría. Mientras se hidrata, echamos en una cacerola 50 ml. de zumo de limón con seis cucharadas de azúcar. Lo ponemos a fuego medio y vamos removiendo. Después añadimos la gelatina, el colorante y otros 50 ml. de zumo de limón. Removemos bien, retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Solo queda sacar la tarta del frigorífico y verter sobre el mousse la cobertura que hemos conseguido. Volvemos a dejar la tarta en el frigorífico para que tome cuerpo la cobertura.
Cuando vayamos a servir solo tenemos que adornar con la ralladura de un limón y lista para consumir. ¡Exquisita!
Introducción de la receta