Tiempo de Preparación: 45 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
-400 gramos de harina
-3 huevos
-150 gramos de azúcar
-Una tacita de café de aceite
-Media copita de anís
-Ralladura de limón
Cogemos un bol, echamos en él los huevos y el azúcar y batimos con fuerza hasta que quede un líquido fluido y un poco espumoso. Añadimos el aceite y el anís, y seguimos batiendo con energía. Por último incorporamos la ralladura de un limón, y volvemos a batir.
Echamos un poco de harina en la mesa. Vertemos en otro bol la harina, hacemos un volcán, y en el agujero del medio echamos la mezcla líquida de huevos y demás ingredientes. Removemos todo con la ayuda de una cuchara, y depues empezamos a amasar con las manos.
Cuando la masa ya no se pegue a los laterales del bol, la ponemos encima de la mesa y seguimos amasando un poco más, hasta que se despegue de las manos, y esté consistente. La dejamos reposar media hora a temperatura ambiente.
Pasado este tiempo, hacemos palitos con la masa, de un centímetro de grosor, y le damos la forma de rosquillas.
Calentamos aceite abundante en una sartén. Cuando esté caliente, pero sin llegar a humear, echamos las rosquillas y las freimos, hasta que estén doradas por ambas caras. Es importante que el aceite no esté demasiado caliente, porque sino se queman.
Las depositamos en una fuente con papel absorvente de cocina para que vaya chupando el aceite, y las dejamos enfriar. Aún calientes, se pueden decorar con azúcar en grano o azúcar glasé.
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Introducción de la receta