Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 60 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Categoría: Postres
150 gr. de chocolate
50 ml. de leche
85 gr. de azúcar
4 huevos
250 gr. de frambuesas
1 cucharada de zumo de limón
Caramelo líquido
Para hacer un riquísimo puding de chocolate con salsa de frambuesa, lo primero que debemos hacer es poner a precalentar el horno a 180º C., con calor por arriba y por abajo. Un cuarto de hora después llenamos la bandeja del horno de agua, para hacer el puding al baño maría.
Pintamos las paredes del molde que vamos a utilizar con un poco de caramelo líquido. Aparte, batimos los huevos y reservamos. Calentamos en una cacerola pequeña, a fuego medio, la leche con 35 gramos de azúcar. Removemos sin parar y vamos añadiendo el chocolate poco a poco, hasta obtener una mezcla homogénea. Entonces apartamos del fuego y la dejamos enfriar.
Una vez esté fría la mezcla le añadimos los huevos que hemos batidos previamente. Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y entonces vertemos la mezcla en el molde, que introduciremos al horno, sobre la bandeja con agua, durante 30 minutos.
Una vez esté hecho el puding retiramos del horno y reservamos. Mientras se enfría vamos haciendo la salsa de frambuesa. Para ello colocamos las frambuesas junto con una cucharada de zumo de limón y el resto de azúcar en una cacerola. Removemos y dejamos reposar diez minutos, para después batir los ingredientes hasta obtener una salsa homogénea.
Si vemos que la salsa está muy espesa, podemos añadir un poco de agua. Asimismo, también podemos colarla para eliminar las semillas que pudiera tener. Ya solo queda desmoldar el puding, cortarlo en trozos individuales y servirlo con un poco de salsa de frambuesa por encima. Al postre también le va bien una bola de helado a modo de acompañamiento. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
El puding de chocolate con salsa de frambuesa está delicioso. El sabor del chocolate combina a la perfección con la frambuesa y convierte a esta receta en un postre con personalidad propia. Tierno, suave, delicioso y muy atractivo para la vista. ¡El postre perfecto para niños y mayores!