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Pastelitos de Chocolate Rellenos

Pastelitos de Chocolate Rellenos

Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 70 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Categoría: Postres

Ingredientes para preparar Pastelitos de Chocolate Rellenos

230 gr. de azúcar
Chocolate blanco
Mantequilla
5 huevos
35 gr. de cacao en polvo
80 gr. de harina
1 cucharadita de levadura en polvo

Cómo preparar Pastelitos de Chocolate Rellenos

Para hacer unos riquísimos pastelitos de chocolate rellenos lo primero que debemos hacer es precalentar el horno a 200º C., con calor por arriba y por abajo. A continuación, y mientras se calienta, tamizamos la harina en un bol lo suficientemente grande y le hacemos un agujero en el centro, donde colocamos la levadura en polvo. Removemos bien para que se mezclen ambos ingredientes.

Aparte, en otro bol batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una masa blanquecina. Después añadimos el cacao en polvo y volvemos a mezclar, y a continuación vamos añadiendo, muy poco a poco, la harina con la levadura, batiendo preferiblemente con unas varillas eléctricas.

Echamos la mezcla que hemos conseguido en los moldes, previamente engrasados con un poco de aceite de oliva si no son de silicona. Después, metemos los moldes en el horno y dejamos que se hagan los pastelitos durante 20 minutos aproximadamente.

Transcurrido este tiempo sacamos los pastelitos del horno y dejamos enfriar antes de desmoldar. Cuando ya estén fríos calentamos chocolate blanco en el microondas y a continuación rellenamos los pastelitos, a los que habremos dado previamente un corte horizontal. Solo queda conservarlos en el frigorífico para que tomen un poco de cuerpo y añadirles un poco de azúcar glas antes de servirlos. ¡Deliciosos!

Introducción de la receta

Los pastelitos de chocolate rellenos están deliciosos. El secreto de su éxito se esconde en su delicioso sabor y su combinación de ingredientes, que le aportan un toque muy especial. El relleno podemos hacerlo de lo que más nos guste: nata montada, mermelada o chocolate blanco, por ejemplo. ¡Riquísimos!