Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 120 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
200 gr. de galletas
Un poco de mantequilla
Medio vaso de ron
300 gr. de queso Philadelphia
1 sobre de gelatina neutra
Zumo de 2 limones o 3 limas
Ralladura de limón o lima
100 gr. de azúcar moreno
1 vaso de agua
Algunas hojas de menta
1 sobre de gelatina de limón, opcionalmente
Colorante verde, opcionalmente
Para realizar un riquísimo pastel de mojito con limón y menta, lo primero que vamos a hacer es la base. Para ello trituramos las galletas con un robot de cocina, o bien las metemos en una bolsa de bocadillo y las machacamos con un rodillo, hasta convertirlas en polvo. Después vamos añadiendo mantequilla, fundida previamente en el microondas, hasta que observemos que la pasta que conseguimos está compacta.
Con la pasta recubrimos la base y costados de un molde para plumcake de silicona o uno tradicional, previamente engrasado con un poco de mantequilla. Apretamos un poco la pasta con los dedos para que quede más compacta y reservamos en el frigorífico.
Aparte, echamos en una cacerola el ron, el azúcar y un vaso de agua. Lo ponemos a fuego medio y removemos hasta que los ingredientes estén bien integrados. Entonces añadimos el zumo y la ralladura del limón o la lima, y la menta bien picada. Dejamos que el conjunto hierva, a fuego suave, durante unos 20 minutos aproximadamente.
A continuación colamos, opcionalmente, y volvemos a calentar el conjunto antes de añadirle la gelatina neutra, pero muy poco a poco. Después incorporamos el queso y volvemos a remover todo muy bien. Apartamos del fuego y vertemos sobre la base de galletas que tenemos reservada en el frigorífico.
Si queremos podemos servir el pastel así, tras haberlo dejado que se cuaje en el frigorífico y adornado con unas hojas de menta y unas rodajas de limón o lima. O también podemos recubrirlo de una capa verde. Si optamos por esta última opción, pondremos 250 ml. de agua a hervir y le añadiremos la gelatina de limón. Después incorporamos unas gotas de colorante verde, dejamos enfriar y vertemos sobre la superficie del pastel una vez esté cuajado. El pastel debe conservarse en el frigorífico hasta el momento de ser consumido. ¡Exquisito!
Introducción de la receta