Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 60 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Categoría: Postres
300 gr. de maíz tierno
100 gr. de margarina sin sal
200 gr. de azúcar
3 huevos
100 gr. de leche en polvo entera
Tres cucharaditas y media de levadura en polvo
Media taza de agua
Una cucharada de anís en grano, opcionalmente
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Para disfrutar de un riquísimo pastel de maíz dulce lo primero que debemos hacer es engrasar el molde con aceite. Después, colocamos en el fondo papel Kraft o papel de hornear.
A continuación batimos los granos de maíz con el agua durante 15 segundos y reservamos. Después, separamos las yemas de las claras, y reservamos ambas.
Por otra parte, echamos en un recipiente una mezcla tamizada de harina, leche en polvo y levadura en polvo, y reservamos.
En un bol lo suficientemente grande echamos las yemas, la margarina sin sal y el azúcar, y batimos bien. Después le añadimos cinco cucharadas del puré de maíz que hemos conseguido anteriormente y batimos solo por 15 segundos.
A continuación le añadimos la mezcla de harina, leche en polvo y levadura en polvo, alternándola con el resto del maíz y poco a poco, con la precaución de comenzar con la mezcla de la harina y terminar también con la mezcla de la harina. No iremos incorporando más ingredientes hasta que no estén bien integrados los anteriores. Reservamos.
Aparte, batimos las claras a punto de nieve y las vamos añadiendo poco a poco a la mezcla anterior, removiendo de forma envolvente. Después, echamos la preparación en el molde.
Ponemos el horno a 180º C. y cuando esté caliente introducimos el molde y dejamos que el pastel se haga durante 40 minutos o hasta que esté ligeramente dorado. Si tenemos dudas sobre si está hecho podemos pincharle. Si el palito sale limpio podemos retirar del horno.
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Introducción de la receta
El pastel de maíz dulce está delicioso. Tiene la gran ventaja de que no solo tiene un sabor exquisito sino que además queda muy tierno y esponjoso, y con una presentación tan rica que entra por los ojos, y nos apetece incluso antes de probarlo. ¡Gusta a toda la familia!