Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 260 minutos
Tiempo de cocción: 12 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
4 hojas de gelatina sin sabor
2 cucharadas de extracto de vainilla
500 ml. de nata para montar
50 gr. de azúcar glas
300 ml. de leche entera
250 gr. de fresas
100 gr. de azúcar
Para preparar una riquísima panna cotta de vainilla con salsa de fresa, lo primero que debemos hacer es poner las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten. Reservamos.
Aparte, mezclamos la leche, la nata, el azúcar glas y el extracto de vainilla. Echamos la mezcla en una cacerola y la ponemos a fuego medio, removiendo sin parar.
Cuando empiece a hervir incorporamos la gelatina, bien escurrida, y seguimos removiendo hasta que se deshaga. Entonces retiramos del fuego y volcamos la mezcla en los moldes, pasándola por un colador. Dejamos que se enfríe ligeramente y después metemos al frigorífico durante unas cuatro o cinco horas, con los recipientes tapados con un film.
Mientras, preparamos la salsa de fresas. Para ello lavamos las fresas, las cortamos el rabito y las dejamos en rodajas finas. Después, las ponemos en una cacerola junto con el azúcar y una cucharada de agua. A fuego medio, vamos removiendo hasta que la fresa esté deshecha y la salsa tenga la textura adecuada. Retiramos del fuego y reservamos.
Cuando la panna cotta esté hecha la desmoldamos y la cubrimos con la salsa de fresa. Opcionalmente, podemos incorporar un poco de azúcar glas por encima, algún fruto seco bien picado o incluso una hoja de menta, que aportará un contraste de color. ¡Riquísimo!
Introducción de la receta