Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 90 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Cocina internacional
Dificultad: Fácil
400 gr. de nata
400 gr. de fresas
140 gr. de azúcar
2 láminas de gelatina neutra
Medio vaso de agua
Para hacer una panna cotta con fresas lo primero que debemos hacer es la panna cotta. Para ello ponemos las dos hojas de gelatina a hidratar con agua fría.
Mientras se hidratan echamos en una cacerola la nata con dos cucharadas soperas de azúcar. Lo ponemos a fuego lento sin dejar de remover hasta que esté a punto de hervir. Entonces apagamos el fuego y le añadimos las dos hojas de gelatina, tras haberlas escurrido. Removemos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Servimos la panna cotta en moldes individuales y la dejamos enfriar. Mientras se enfría, vamos preparando el topping de fresas. Para ello preparamos un almíbar con 100 gramos de azúcar y un vaso de agua. Echamos estos dos ingredientes en un cazo y lo ponemos a fuego lento. Vamos removiendo durante un cuarto de hora hasta que el azúcar se haya disuelto y el almíbar no esté demasiado espeso. Retiramos del fuego y reservamos.
Lavamos y quitamos el rabito a las fresas. Batimos la mitad con la batidora hasta formar un puré. Añadimos el almíbar templado y volvemos a batir. Por último, lo colamos con un colador y dejamos enfriar en el frigorífico.
Por último, añadimos el coulís de fresa a la panna cotta y también el resto de fresas cortadas en trocitos ni muy pequeños, ni muy grandes. ¡Exquisito!
Introducción de la receta