Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 160 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Categoría: Panes y bollos
Dificultad: Fácil
200 ml. de agua templada
15 gr. de levadura fresca o 1 sobre de levadura seca (sin gluten)
250 gr. de harina sin gluten
5 gr. de sal
40 ml. de aceite de oliva virgen extra
45 gr. de harina de maíz
25 gr. de leche en polvo
Para empezar, cogemos un bol grande y ponemos en él la levadura, la harina, la sal, y la harina de maíz, junto con la leche en polvo. Mezclamos bien con una cuchara de madera.
Después, añadimos el agua y el aceite de oliva, y seguimos mezclando con las manos. Como la masa tiende mucho a pegarse, lo mejor es embadurnarse las manos con aceite de oliva. Así conseguiremos que sea más fácil.
Una vez tenemos una masa homogénea la dejamos reposar en una superficie lisa, tapada con un paño húmedo, durante media hora.
Mientras la masa sube, vamos untando un molde alargado con aceite de oliva. Colocamos la masa dentro y lo dejamos reposar una hora más.
Cogemos una olla con agua caliente, la ponemos dentro del horno y lo encendemos a 200º C, para que vaya generando vapor.
Al cabo de unos minutos metemos el pan y lo dejamos unos 40 minutos, hasta que veamos que la masa ha cogido su característico color dorado.
Sacamos el pan y lo dejamos enfriar. Una vez esté frío, está listo para consumir. Como se endurece rápido, el que no hayamos consumido en 48 horas, lo podemos congelar, cortándolo previamente en rebanadas. ¡Buen provecho!
Foto: http://es.wikipedia.org/
Introducción de la receta