Porciones / número de personas: 5 personas
Tiempo de Preparación: 270 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Categoría: Panes y bollos
200 gr. de harina
40 gr. de azúcar
20 gr. de levadura en polvo
1 huevo
50 gr. de mantequilla
Nata montad
Azúcar glas
Para hacer unos riquísimos maritozzi italiano con nata, lo primero que debemos hacer es echar en un bol la harina y la levadura. Después, añadimos la mantequilla, previamente fundida en el microondas, y el huevo, tras haberlo batido. Removemos bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Le añadimos 30 gramos de azúcar y volvemos a mezclar, antes de comenzar a trabajar la masa con las manos. Cuando sea homogénea hacemos con ella una bola, la tapamos con un paño limpio y seco y la dejamos reposar hasta que duplique su volumen.
A continuación separamos la masa en varios trozos iguales, y les damos una forma de panecillo alargado. Los ponemos en una bandeja de horno previamente engrasada con un poco de mantequilla o forrada con papel de hornear, y los aplastamos ligeramente con la mano.
Los volvemos a tapar con un paño y dejamos que vuelvan a aumentar de volumen. A continuación ponemos el horno a precalentar a 220º C., y cuando esté caliente, metemos la bandeja y dejamos que se hagan hasta que estén dorados.
Cuando los saquemos del horno los pintamos con el resto del azúcar disuelto en agua y los volvemos a meter en el horno, ya apagado. Con el calor que quede terminarán de secarse y después podremos añadir, si nos apetece, un poco de azúcar glas.
Una vez los maritozzi estén hechos, hacemos en ellos un corte horizontal y los rellenamos de nata montada, con la ayuda de una manga pastelera. La nata puede ser comprada, o hecha en casa. En este último caso hay que tener en cuenta que debemos añadir azúcar a la nata líquida, que tiene que estar muy fría para que se pueda montar. Y los maritozzi están listos para ser disfrutados. ¡Exquisitos!
Introducción de la receta
Los maritozzi italiano con nata están deliciosos. Este dulce es típico de Roma, pero ha alcanzado gran éxito internacional por su delicioso sabor. Es un bollo suave, tierno y exquisito, que acompañado por la nata se vuelve deliciosamente irresistible. Una auténtica tentación hecha postre. Hazlo y no te arrepentirás.