Porciones / número de personas: 4 personas
Categoría: Pasta
Dificultad: Fácil
250 gramos de Macarrones
1 brick de tomate frito de 200 gramos
2 cebollas
100 gramos de queso rallado
Aceite de oliva
Laurel
Ajo
Sal, pimienta negra molida y orégano
Comenzamos haciendo el sofrito de salsa de tomate. Para ello picamos las cebollas muy menudas y las sofreímos en una sartén con un buen chorro de oliva. Cuando estén doradas añadimos el ajo pelado y laminado, y cuando el ajo esté dorado también, añadimos la salsa de tomate. Reservamos la salsa.
Cocemos los macarrones en una olla con abundante agua con sal, aceite de oliva (unas 3 cucharadas) y la hoja de laurel. Cocemos los macarrones unos 8 minutos a fuego medio desde que el agua comience a hervir.
Escurrimos los macarrones y los pasamos por el chorro de agua fría para que dejen de cocerse.
Untamos la bandeja del horno con un poco de aceite y encima volcamos los macarrones. A continuación vertemos la salsa de tomate y por encima espolvoreamos el queso rallado.
Metemos la bandeja en la mitad del horno en la función de gratinado (sólo por arriba). El horno ha de estar precalentado unos 10 minutos a unos 200 grados. Cuando el queso comience a fundir los macarrones estarán listos para comer.
Foto: http://www.flickr.com/photos/godzy/4301168466/
Introducción de la receta