Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 60 minutos
Tiempo de cocción: 45 minutos
Categoría: Pasta
400 gr. de macarrones
Pimienta negra
100 ml. de nata líquida
Sal
150 gr. de queso gruyere
Sal gorda
Aceite de oliva
40 gr. de queso parmesano rallado
1 tomate natural
30 gr. de mantequilla
50 gr. de harina tamizada
500 ml. de leche
Para disfrutar de unos riquísimos macarrones con bechamel gratinados lo primero que vamos a hacer es preparar la bechamel. Fundimos la mantequilla y el aceite en una cazuela, a fuego medio.
Cuando estén fundidos añadimos la harina, tamizada, y removemos con una cucharada de madera hasta conseguir una mezcla homogénea. Entonces vamos incorporando la leche, pero poco a poco. Bajamos el fuego y vamos removiendo durante 15 minutos. Salpimentamos y removemos cinco minutos más. Luego reservamos.
A continuación echamos abundante agua con sal gorda en una cacerola y la ponemos a fuego medio. Cocemos la pasta el tiempo que indique el fabricante o hasta que veamos que está al dente. Después la escurrimos y la aclaramos con agua fría. Reservamos también.
A continuación preparamos el gratinado. Para ello vertemos la nata en la bechamel junto con 100 gr. de queso gruyere troceado. Después, cocinamos todo a fuego lento hasta que veamos que el queso está fundido.
Ponemos a precalentar el horno a 200º C., con calor por arriba y por abajo. Echamos un poco de aceite en una fuente de horno para engrasarla. A continuación echamos una capa de macarrones, la cubrimos con la bechamel y salpimentamos. Luego volvemos a repetir la operación y así hasta terminar con una capa de macarrones. Ponemos un tomate cortado en rodajas encima y por último añadimos una capa de bechamel que lo cubra.
A continuación repartimos el resto del queso gruyere troceado y espolvoreamos el queso parmesano rallado.
Metemos la fuente al horno y horneamos durante unos 15 minutos. Y el plato está listo. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
Los macarrones con bechamel gratinados están deliciosos. Este plato de pasta es cómodo y rápido de hacer, y además está riquísimo. Gusta a niños y a mayores, por lo que todo son ventajas a la hora de introducirlo en tu menú. ¡Muy fácil aunque no tengas experiencia en la cocina!