Porciones / número de personas: 4 personas
Categoría: Verduras y legumbres
Dificultad: Fácil
16 placas de lasaña
1/2 kilo de espinacas congeladas
2 cucharadas de aceite de oliva
100 gr de panceta o jamón serrano
1/2 litro de bechamel de brick
2 cucharadas de queso rallado
Lo primero es cocer en agua con sal las placas de lasaña tal y como explican las instrucciones. Mientras se hacen, coceremos las espinacas congeladas en una olla con un poco de agua y sal unos 7 minutos.
Escurrimos las placas de lasaña y las ponemos a secar sobre un paño, para que absorva bien el agua. También escurrimos las espinacas. Las troceamos y las reservamos.
En una sartén con un chorro de aceite de oliva sofreimos la panceta o el jamón serrano en dados. Cuando esté dorado añadimos las espinacas y removemos dos minutos. Luego le echamos unas 8 cucharadas de bechamel a la mezcla, sal y pimienta, y dejamos cocer cinco minutos a fuego medio.
Cogemos una fuente para horno. Echamos bechamel en el fondo y luego colocamos una base de placas de lasaña. Luego esparcimos la mezcla de espinacas, y a continuación otro poco de bechamel. Repetimos la operación hasta que se acaben las espinacas, terminando con una capa de bechamel.
Esparcimos el queso rallado y cocemos en el horno unos 5 minutos a 160 grados. Luego gratinamos cinco minutos más o hasta que se dore el queso.
A la mezcla de espinacas se le pueden añadir también en la sartén piñones y champiñones, que le quedan muy bien. Y, además, si queremos podemos añadirte salsa de tomate, ya en el plato. Las espinacas con bechamel y tomate quedan muy ricas.
Introducción de la receta