Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 25 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Categoría: Huevos y Lácteos
2 huevos
2 lonchas de bacon o filetes de lomo
2 rebanadas de pan o pan de molde
50 gr. de mantequilla
Una yema de agua
Media cucharadita de zumo de limón
Agua
Sal
Una pizca de aceite de oliva
Hierbas aromáticas al gusto
Para disfrutar de unos riquísimos huevos benedictinos con salsa holandesa lo primero que debemos hacer es escalfar los huevos. Para ello ponemos un papel film sobre un bol pequeño, echamos una pizca de aceite de oliva en el centro. Después depositamos el huevo encima, con cuidado que no se rompa la yema.
A continuación unimos las puntas y formamos un saquito sin que quede aire en su interior. Lo atamos con un hilo y reservamos.
Aparte, ponemos en un cazo abundante agua, a fuego medio, hasta que rompa a hervir. Entonces metemos los saquitos con el huevo y dejamos que se hagan cuatro minutos.
Transcurrido este tiempo los sacamos y los metemos en un bol de agua fría unos minutos. Después, los abrimos con cuidado y echamos en cada uno de ellos una pizca de sal. Reservamos.
Posteriormente ponemos en un cazo una yema de huevo junto con una cucharada de agua, una pizca de sal y el zumo de limón.
Ponemos el cazo a fuego medio y lo vamos removiendo con unas varillas. Es importante que la yema no llegue a cuajar.
Vamos incorporando pequeños tacos de mantequilla, sin dejar de remover y seguimos calentando la salsa hasta que tome la textura que más nos guste. Entonces retiramos del fuego y reservamos.
Ya solo nos queda dorar el bacon o el lomo en una sartén a fuego fuerte y tostar las rebanadas de pan. Después, colocaremos el bacon o el lomo sobre el pan, encima el huevo y por último la salsa holandesa.
Si queremos, podemos adornar el conjunto con perejil o cualquier hierba aromática. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
Los huevos benedictinos con salsa holandesa están deliciosos. Son perfectos para un desayuno completo o para hacer un brunch energético que te permita pasar una jornada estupenda, o incluso para una cena informal. El secreto es acompañarlos con un pan blando, y con lomo o bacon, a tu elección.