Porciones / número de personas: 8 personas
Tiempo de Preparación: 60 minutos
Tiempo de cocción: 12 minutos
Categoría: Navidad
50 gr. de avellanas peladas
75 gr. de azúcar
250 gr. de harina
150 gr. de mantequilla fría
Un huevo
Una clara de huevo
250 gr. de azúcar glas
Un limón pequeño
3 gotas de colorante alimenticio
Una pizca de nuez moscada
Una pizca de canela molida
Perlitas de azúcar
Para disfrutar de unas riquísimas galletas de navidad glaseadas lo primero que debemos hacer es triturar las avellanas hasta convertirlas en polvo.
A continuación ponemos en un bol las avellanas junto con el azúcar, la harina y la mantequilla fría cortada en trozos. Después añadimos la nuez moscada y la canela molida y amasamos con las manos.
Batimos el huevo ligeramente y lo añadimos, y volvemos a amasar con las manos. Después, formamos una bola con la masa, la envolvemos en film y la reservamos en el frigorífico media hora.
Precalentamos el horno a 180º C y enharinamos la encimera. Después, extendemos la masa con un rodillo y cortamos las galletas utilizando un molde con motivos navideños. Posteriormente colocamos las galletas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Metemos la bandeja en el horno y las hacemos con calor por arriba y por abajo durante 12 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.
Mientras, preparamos el glaseado. Ponemos en un recipiente la clara de huevo ligeramente batida y el zumo de medio limón y vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas mientras removemos hasta conseguir la consistencia adecuada.
Separamos la mezcla en tantos boles como colores vayamos a utilizar. Añadimos unas gotas de colorante según nuestro gusto, removemos y decoramos las galletas. También podemos ponerlas unas perlitas de azúcar.
Por último, dejamos secar en una rejilla antes de servir. ¡Deliciosas!
Introducción de la receta
Las galletas de Navidad glaseadas están riquísimas. Son fáciles y rápidas de hacer, y son una forma muy divertida y perfecta de celebrar las fiestas navideñas. Si tienes hijos puedes invitarles a hacerlas contigo y luego comerlas juntos, que es como mejor saben. ¡Y no te olvides de la decoración!