Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 45 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
100 ml. de agua
1/2 taza de glucosa
1 cucharada y media de glicerina pura
1 sobre de gelatina sin sabor
400 gr. de chocolate negro
900 gr. de azúcar glass
Las tartas recubiertas con masa fondant están muy de moda, porque admiten mil y una formas de decoración y dan un aspecto muy apetecible a un pastel. Si quieres una tarta con un acabado perfecto, como de pastelería, ésta es, sin duda, tu mejor opción.
En primer lugar, cogemos un recipiente pequeño y ponemos el agua, a temperatura ambiente. Añadimos el sobre de gelatina sin sabor y lo dejamos unos minutos.
A continuación, añadimos la glicerina y la glucosa, y ponemos el recipiente al baño maría, moviendo hasta que se disuelvan todos los ingredientes. Retiramos y reservamos.
Colocamos la mitad del azúcar en el vaso de la batidora y añadimos la mezcla que teníamos reservada. Comenzamos a batir a baja velocidad, añadiendo muy poco a poco el resto de azúcar. Reservamos.
Ponemos una cacerola pequeña a fuego suave y echamos el chocolate. Daremos vueltas constantemente hasta que esté derretido, para que no se pegue.
A continuación, mezclamos la masa que teníamos preparada con el chocolate fundido. Cuando estén bien mezclados, el fondant ya está listo para extenderlo sobre la tarta que tengamos preparada. Solo tendremos que irlo trabajando con las manos, corrigiendo las imperfecciones hasta obtener una superficie totalmente lisa.
Según lo vayamos trabajando el fondant irá poniéndose más terso y con más brillo. Recortaremos los bordes sobrantes con un cuchillo y podremos comenzar inmediatamente con la decoración del pastel.
Foto: http://www.flickr.com/photos/yolandacueto/
Introducción de la receta