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Espinacas Gratinadas con Huevo

Espinacas Gratinadas con Huevo

Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Categoría: Verduras y legumbres

Ingredientes para preparar Espinacas Gratinadas con Huevo

500 gr de espinacas frescas
4 huevos
25 gr de mantequilla
20 gr de harina
250 ml de leche
50 gr de queso rallado para gratinar
Nuez moscada al gusto
Sal al gusto
Pimienta blanca al gusto

Cómo preparar Espinacas Gratinadas con Huevo

Las espinacas gratinadas con huevo son un plato saludable y equilibrado que combina los beneficios de las espinacas, ricas en hierro y vitaminas, con las proteínas de alto valor biológico de los huevos. Este gratinado es una opción perfecta para una cena ligera o un almuerzo acompañado de arroz blanco. Con su textura cremosa y su delicioso sabor, ¡es un plato que encantará a todos!

Lava las espinacas cuidadosamente para eliminar cualquier resto de tierra. Hiérvelas en agua con una pizca de sal durante 2 minutos. Escurre bien las espinacas, exprimiéndolas suavemente para retirar el exceso de agua, y resérvalas.

Cocina los huevos en agua hirviendo durante 5 minutos. Retíralos del fuego, enfríalos en agua y pélalos cuidadosamente. Resérvalos.

En una sartén, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la harina y remueve constantemente hasta que se forme una mezcla homogénea. Incorpora la leche poco a poco mientras sigues mezclando, evitando que se formen grumos. Cocina la salsa hasta que espese ligeramente. Añade una pizca de nuez moscada, sal y pimienta al gusto.

Precalienta el horno a 180 °C. En una fuente para horno, distribuye la salsa bechamel en el fondo. Coloca las espinacas picadas sobre la salsa y distribúyelas uniformemente. Coloca los huevos cocidos enteros o cortados por la mitad sobre las espinacas. Rectifica la sal y la pimienta, si es necesario. Espolvorea el queso rallado sobre la preparación y, si lo deseas, añade unos pequeños trozos de mantequilla para un gratinado más dorado.

Hornea la preparación durante 15 minutos, o hasta que el queso esté derretido y dorado.

Retira del horno y sirve caliente. A los niños les gusta añadirle salsa de tomate, y la verdad es que a mi también, por lo que te animo a que los pruebes con ella. ¡A disfrutar!