Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 45 minutos
Categoría: Verduras y legumbres
Dificultad: Fácil
1 kilo de espinacas frescas
50 gramos de mantequilla.
200 cl de nata líquida (un brick pequeño)
2 cucharadas de queso rallado.
Sal y pimienta blanca molida.
1 huevo.
1 limón.
Si las espinacas no vienen ya preparadas, las lavamos bien y les cortamos el tallo. Luego las cocemos en una olla con agua y un poco de sal unos 15 minutos desde que rompa a hervir.
Las escurrimos y reservamos. Mientras cogemos una sartén. Calentamos la mantequilla y rehogamos las espinacas removiendo. Añadimos el zumo de limón, sal y pimienta y dejamos rehogar a fuego medio unos 10 minutos.
En un cazo diferente calentamos la nata. Cuando hierva le introducimos un huevo y un pellizco de sal y removemos al momento hasta que quede todo líquido, sin que cuaje el huevo.
Ponemos las espinacas en el fondo de la fuente del horno y por encima le vertemos la mezcla de nata, y si nos gustan, unas pocas pasas (es opcional). Añadimos un poco de queso rallado.
Metemos la bandeja en el horno en la función gratinar (sólo por arriba) durante unos 10 minutos o hasta que el queso se haya dorado un poco. Esta comida es un ideal primer plato, o un segundo acompañando a unos huevos escalfados.
Foto: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Espinacas_gratinadas.jpg
Introducción de la receta