Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 225 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Categoría: Postres
600 gr. de mantequilla
195 gr. de azúcar
4 huevos
65 gr. de harina
2 cucharaditas de extracto de vainilla
5 cucharadas de cacao
Un poco de sal
Una cucharadita de levadura en polvo
Una cucharada de café
120 gr. de chocolate negro
Para disfrutar de un enrollado de vainilla y chocolate lo primero que debemos hacer es forrar una bandeja de horno con papel de hornear. Después, precalentamos el horno a 175º C.
Separamos las claras de las yemas y batimos las claras con la batidora, añadiendo la mitad de azúcar.
Después, batimos las yemas con el azúcar sobrante y una cucharadita de extracto de vainilla.
Derretimos la mantequilla y la dejamos enfriar. Y aparte, en un bol tamizamos la harina, el cacao, la levadura y la sal. Mezclamos bien.
Mezclamos el café, la mantequilla derretida y las yemas y lo incorporamos a los ingredientes secos, y batimos todo bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
Vertemos la masa en la bandeja de hornear y la extendemos. Después, metemos la bandeja en el horno y horneamos durante 10 minutos.
Mientras, tamizamos el cacao sobrante sobre papel de hornear y ponemos encima la base que hemos horneado.
Enrollamos con cuidado con la ayuda de un paño de cocina y dejamos enfriar una vez enrollada la masa.
Aparte, batimos la nata fría con las varillas hasta que esté montada. Añadimos una cucharadita de extracto de vainilla y volvemos a batir.
Extendemos la nata con cuidado desenrollando la masa y después enrollamos nuevamente. Reservamos en el frigorífico al menos un cuarto de hora.
Derretimos el chocolate en el microondas y lo echamos por encima. Dejamos que se enfríe y después lo metemos en el frigorífico hasta el momento ser servir. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
El enrollado de vainilla y chocolate está delicioso. Es un postre que nada más verlo se te hace la boca agua. La combinación de vainilla y chocolate es un clásico de la repostería, y disfrutar de esta exquisitez en la merienda con un café se convierte en un momento sublime.