Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 1620 minutos
Tiempo de cocción: 45 minutos
Categoría: Panes y bollos
60 gr. de azúcar
10 gr. de sal
600 gr. de harina
330 gr. de mantequilla
12 gr. de levadura seca
45 gr. de mantequilla
170 ml. de leche
Un huevo
170 ml de agua
Para disfrutar de un riquísimo cruapan casero, lo primero que debemos hacer es echar la leche y el agua en una cacerola. Lo calentamos a fuego medio, sin que llegue a hervir. Añadimos la levadura seca, removemos y dejamos que repose unos minutos.
Aparte, en otro recipiente echamos el azúcar, la sal, la harina y la mantequilla a temperatura ambiente. Después, añadimos esta mezcla a la anterior, y amasamos hasta conseguir una masa homogénea.
Envolvemos la masa en film y la dejamos reposar en la nevera, preferiblemente toda la noche. Después, ponemos la mantequilla entre dos papeles de hornear y la damos forma rectangular con un rodillo. Después, la dejamos en la nevera 15 minutos.
Transcurrido este tiempo, la damos forma de rectángulo de nuevo con el rodillo y la colocamos en el centro de la masa, cerrando los vértices del rectángulo, de manera que quede en el interior.
Estiramos la masa hasta formar un rectángulo utilizando el rodillo, llevando los dos extremos del rectángulo hacia el centro para que queden uno encima del otro.
A continuación, dejamos reposando la masa en la nevera, tapada, durante media hora más.
Estiramos de nuevo la masa llevando los extremos hasta el centro y la dejamos reposar en el frigorífico 30 minutos más. Y así, repetimos tres veces más.
Envolvemos la masa con papel de aluminio y volvemos a dejar que repose en la nevera, preferiblemente 12 horas más. Después la colocamos en un molde rectangular, cubierto con papel de horno y dejamos que repose 2 horas a temperatura ambiente.
Transcurrido este tiempo pintamos la superficie con huevo batido y la horneamos durante 45 minutos, a 190º C, con calor por arriba y por abajo. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
El cruapan casero está delicioso. Esta receta, entre el croissant y el pan de molde, es muy fácil de hacer. El resultado es una auténtica exquisitez. Como nada sabe mejor que lo que hacemos en casa, está mucho mejor que comprado. ¡Pide a tus hijos que te ayuden a hacerlo!