Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 180 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Aperitivos y Tapas
Dificultad: Moderado
2 pechugas de pollo.
100 gr. de harina.
1 litro de leche.
Sal.
Pan rallado.
2 huevos.
Aceite.
Para realizar unas riquísimas croquetas de pollo, lo primero que debemos hacer es cortar el pollo, ya limpio de grasa, en trozos muy finos. También podemos picarlo con un robot de cocina o con una batidora. Reservamos.
Aparte, comenzamos a preparar la bechamel. Para ello, vertemos en una sartén antiadherente un poco de aceite y la ponemos a fuego medio. Cuando esté caliente vamos incorporando la harina poco a poco y sin dejar de dar vueltas, hasta que adquiera un color tostado.
En este punto, añadimos la leche, que habremos calentado previamente. Lo haremos muy despacio y sin dejar de remover, para que se disuelvan los grumos y quede una masa homogénea. Salpimentamos la bechamel y, cuando veamos que la masa se despega de la sartén al remover, añadimos el pollo picado. Volvemos a remover, para que se integre bien en la masa.
Apartamos del fuego, ponemos la masa en un bol tapado con film y la dejamos reposar varias horas. También podemos hacer la masa por la noche y dejarla reposar hasta la mañana siguiente.
Damos forma redondeada a las croquetas una a una, cogiendo pequeñas porciones de masa, y con la ayuda de dos cucharas o bien con las manos. Después, las pasamos por huevo batido y a continuación por pan rallado.
Añadimos abundante aceite de oliva en una sartén, a fuego medio, y vamos friendo las croquetas, sin añadir muchas en una misma tanda para que no se peguen y el calor del aceite no disminuya drásticamente. Cuando estén doradas por todos los lados las sacamos del aceite, las emplatamos y ¡listas para comer!
Introducción de la receta