Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 35 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Categoría: Entrantes
Una plancha de hojaldre
Un huevo
Hojas de lechuga
Un tomate
Jamón york
Para disfrutar de un riquísimo croissant salado lo primero que debemos hacer es preparar el croissant. Para ello estiramos la masa con la ayuda de un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada.
Cortamos la masa en forma de círculo, utilizando un molde redondo que tengamos o bien un plato.
Cortamos la masa por la mitad en sentido vertical y después en sentido horizontal. Cada cuarto que hemos conseguido lo dividimos en tres trozos, como si fuera una pizza.
Hacemos un pequeño corte en la base y enrollamos los triángulos desde la base hasta la punta.
Después, vamos poniendo los croissants sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear, dejando una distancia entre ellos y con las puntas ligeramente hacia adentro.
Precalentamos el horno a 190º C., y mientras se calienta pintamos los croissants con huevo batido y la ayuda de una brocha de cocina.
Metemos la bandeja en el horno y dejamos que los croissants se horneen durante unos 15 minutos o hasta que veamos que están dorados.
Una vez hechos, los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla. Cuando estén fríos los rellenamos con hojas de lechuga y tomate cortado en rodajas, todo bien lavado y escurrido.
También podemos poner jamón de york y cualquier otro ingrediente que nos guste o tengamos a mano. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
El croissant salado está riquísimo. La combinación de la masa del croissant con el relleno salado que queramos comer ofrece como resultado un sabor único, que gusta a todo el que lo prueba. No dudes en sorprender a tu familia o dejar con la boca abierta a tus invitados.