Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 40 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Categoría: Panes y bollos
Una lámina de hojaldre
Un huevo
Azúcar glas
Para disfrutar de un riquísimo croissant casero lo primero que debemos hacer es dibujar en un folio un triángulo que tenga una base de 9 centímetro y una altura de 26 centímetros, aproximadamente, que nos servirá como molde.
Estiramos la masa de hojaldre con la ayuda de un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada y con la ayuda del molde que hemos preparado vamos cortando los triángulos.
Cogemos uno de los triángulos y le damos un corte de unos 3 centímetros en la base. Después, enrollamos el triángulo desde la base hasta la punta.
A continuación, le damos la forma que tiene el croissant, doblando las puntas hacia dentro, y repetimos la operación con el resto de triángulos.
Depositamos los croissants en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, dejando un espacio de separación entre ellos.
Ponemos a precalentar el horno a 190º C., con calor por arriba y por abajo. Mientras se calienta vamos pintando cada uno de los croissants con huevo batido y la ayuda de una brocha de cocina.
Cuando el horno esté caliente los metemos y dejamos que se hagan durante unos 20 minutos o hasta que veamos que están dorados, aunque si vemos que se están dorando mucho podemos taparlos con papel de aluminio.
Retiramos la bandeja del horno y dejamos que los croissants se enfríen totalmente sobre una rejilla.
Antes de comerlos podemos espolvorearlos con un poco de azúcar glas. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
El croissant casero está delicioso. Pese a lo que pueda parecer no es difícil de hacer, aunque no tengas experiencia en repostería. Una vez que lo pruebas ya no puedes vivir sin él. Sorprende a quienes más quieres con este croissant perfecto para desayunar o merendar. ¡No te lo pierdas!