Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 240 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
200 gr. de galletas tipo Digestive
80 gr. de mantequilla
250 gr. de queso mascarpone
150 gr. de azúcar
200 ml. de nata para montar
200 ml. de zumo de limón
4 hojas de gelatina
50 ml. de agua
Ralladura de un limón, opcional
Para realizar un riquísimo cheesecake de limón lo primero que debemos hacer es preparar la base. Para ello, trituramos las galletas hasta convertirlas en polvo y después las unimos a la mantequilla, previamente derretida en el microondas. Removemos bien para integrar los dos ingredientes y con la pasta que hemos conseguido forramos el fondo de un molde de tartas desmontable, previamente engrasado con un poco de mantequilla. Apretamos bien con los dedos y reservamos en el frigorífico.
Ponemos 4 hojas de gelatina en agua fría para que se vayan hidratando. Aparte, vertemos 100 ml. de zumo de limón en una cacerola y le añadimos 50 gr. de azúcar. Lo dejamos a fuego medio hasta que hierva, removiendo de vez en cuando. Entonces le añadimos la gelatina que teníamos hidratándose y dejamos que el conjunto hierva durante un minuto, sin parar de remover.
Transcurrido el minuto retiramos la cacerola del fuego y dejamos que se vaya enfriando durante unos 20 minutos. Después, añadimos el queso y mezclamos muy bien. Reservamos.
Aparte, montamos la nata con otros 50 gr. de azúcar. Cuando esté montada la nata la incorporamos a la mezcla que teníamos reservada, pero muy poco a poco y con movimientos envolventes, para que no baje.
Sacamos el molde del frigorífico y añadimos la mezcla que hemos conseguido sobre la base de galletas, intentando que se reparta bien por toda la superficie y quede lisa. Conservamos en el frigorífico, para que termine de cuajarse.
Ya sólo nos queda preparar la cobertura. Para ello ponemos una hoja de gelatina con un poco de agua fría para hidratar. Mientras, ponemos en una cacerola 100 ml. de zumo de limón junto con 50 gr. de azúcar, a fuego medio. Removemos y cuando rompa a hervir le añadimos la hoja de gelatina. Permitimos que hierva durante un minuto y después retiramos del fuego y dejamos que se enfríe durante otros 20 minutos.
Sacamos la tarta del frigorífico y le añadimos la cobertura, pero muy despacio y repartiéndola bien. Si queremos, podemos utilizar la ralladura de un limón para adornar la tarta, opcionalmente. Conservaremos en el frigorífico hasta que vayamos a servirla. De esta manera le daremos tiempo a que termine de asentarse. ¡Deliciosa!
Introducción de la receta