Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Categoría: Panes y bollos
200 gr de puré de calabaza
40-50 ml de agua (preferiblemente del agua de cocción de la calabaza)
200 gr de harina
8 gr de levadura
1 huevo (tamaño L)
50 gr de azúcar
Aceite para freír
Unas gotas de aroma de vainilla (o ralladura de limón o naranja, opcional)
Canela y azúcar para rebozar
Para esta receta, necesitas que la calabaza esté cocida y en puré. Puedes cocerla, asarla o cocinarla en el microondas hasta que esté blanda. Una vez cocinada, escurre bien cualquier exceso de agua para que quede lo más seca posible. Tritura la calabaza con un tenedor hasta obtener un puré suave.
En un bol grande, añade el huevo y el azúcar. Bate durante unos minutos hasta que la mezcla se vuelva esponjosa y ligeramente pálida. Añade unas gotas de aroma de vainilla o, si prefieres, un poco de ralladura de limón o naranja.
Incorpora la calabaza: Añade el puré de calabaza al bol y mezcla bien.
Tamiza la harina y la levadura directamente sobre la mezcla de calabaza y huevo. Remueve hasta que la harina se integre; al principio la masa será densa, pero se irá suavizando a medida que absorba los ingredientes líquidos. Añade agua de cocción de la calabaza, o leche si no tienes, poco a poco. Agrega solo lo necesario hasta obtener una masa suave y un poco densa, que se pueda manejar con una cuchara pero no demasiado líquida.
En una sartén profunda o cazo, calienta abundante aceite. Es importante que el aceite esté caliente pero no demasiado, para que los buñuelos se cocinen bien por dentro sin quemarse por fuera (fuego medio-alto).
Con la ayuda de dos cucharas, toma porciones pequeñas de masa y colócalas cuidadosamente en el aceite caliente. Trata de que sean de tamaño similar para que se cocinen uniformemente. Deja que los buñuelos se cocinen hasta que estén dorados y esponjosos, girándolos si es necesario para que se cocinen de forma pareja. Sácalos y colócalos en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Mientras aún están calientes, reboza los buñuelos en una mezcla de azúcar y canela para darles un toque extra de dulzura y aroma. Sirve tus buñuelos de calabaza calientes y disfruta de su textura suave y sabor dulce. ¡Son perfectos para compartir!
Consejos para unos buñuelos perfectos:
La masa debe ser algo espesa pero no demasiado, de modo que puedas formar fácilmente los buñuelos y que no se deshagan al freírlos.
Mantén la temperatura del aceite constante; si el aceite está muy caliente, los buñuelos se dorarán demasiado rápido y podrían quedar crudos por dentro.
Introducción de la receta
Los Buñuelos de Calabaza son un dulce típico, perfecto para acompañar con una bebida caliente. Con su textura suave y esponjosa y su toque dulce de azúcar y canela, ¡Están hechos para disfrutar!