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Bizcocho Casero de la Abuela

Bizcocho Casero de la Abuela

Tiempo de Preparación: 75 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Categoría: Panes y bollos
Dificultad: Fácil

Ingredientes para preparar Bizcocho Casero de la Abuela

200 gr. de azúcar
6 huevos
200 gr. de harina
1 cucharadita de extracto de vainilla

Cómo preparar Bizcocho Casero de la Abuela

Para comenzar, ponemos el horno a precalentar a 180º C, con aire por arriba y por abajo.

Mientras se calienta, ponemos en un recipiente los huevos y el azúcar, y los batimos con las varillas de 5 a 10 minutos, mejor con batidora eléctrica, ya que nos ayudará a alcanzar una textura cremosa y un punto consistente.

Incorporamos el extracto de vainilla y volvemos a batir unos segundos.

Vamos incorporando la harina poco a poco, añadiéndola a través de un colador en cinco o seis veces. Cada vez que echamos algo de harina damos vueltas a la masa con una cuchara de madera, haciendo movimientos envolventes, hasta que esté bien mezclado todo y no queden grumos.

Volcamos la mezcla a un molde redondo de silicona, de unos 25 centímetros de diámetro aproximadamente y con los laterales bastante altos, porque el bizcocho tiende a subir.

Cuando terminamos de incorporar la mezcla, cogemos la espátula de madera y alisamos bien la superficie.

Dejamos que el horno siga precalentándose hasta que lleve, aproximadamente, treinta y cinco minutos. Entonces metemos el recipiente con la mezcla y lo dejamos hasta que veamos que la superficie ha adquirido su característico color dorado y permanece firme al tacto.

Lo sacamos, dejamos que se enfríe unos minutos, desmoldamos y volvemos a enfriarlo sobre una rejilla. ¡Riquísimo y listo para consumir!

Nota: Tenemos que ser conscientes de que lo más importante para conseguir que un bizcocho suba sin levadura, es el batido de los ingredientes.

Foto: http://es.wikipedia.org/

Introducción de la receta

Existen varias maneras de preparar el bizcocho casero de la abuela, pero todas ellas tienen en común que utilizan ingredientes sencillos. El bizcocho queda esponjoso y riquísimo, libre de sofisticadas decoraciones y con su sabor como mejor carta de presentación.